Desde que estoy ingresado en la estructura organizacional que ha forjado Camilo de la Barra, veo como el poder del trabajo voluntarioso da frutos y recibe recompensas muy por sobre la media que se podría esperar en un negocio formal y estructurado. Dada mis limitadas incursiones en el ámbito organizacional, solamente tengo el espectro de la gestión de atención de clientes, supervisión sala de ventas y “fidelización” de clientes.
Desde esa posición puedo ver que la marca se está posicionando en los adeptos y, como caso anecdótico, una de las personas que estaba, hasta el día de hoy, realizó un trabajo muy particular por el “branding”: replicó la marca al interior del local.
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